En la vanguardia del sector de la agricultura digital, desde TERRASET os contamos nuestro caso de éxito de la estación experimental de La Mayora dirigida por el Centro del Instituto de Hortofruticultura Subtropical de Málaga, centro del CSIC de la Universidad de Málaga, evidenciando cómo la fusión de tecnologías de punta puede convertir las convencionales prácticas agrícolas en operaciones altamente eficientes e innovadoras. Este relato de éxito subraya nuestra labor pionera en la implementación de tecnología de drones y satélites para enriquecer la gestión agrícola, optimizar los recursos y elevar la producción en el campo, enfocándonos en un caso específico de La Mayora, ubicado en el municipio de Algarrobo, Málaga.
La tecnología satelital y de drones brinda a los agricultores herramientas para tomar decisiones basadas en información precisa y actual. Los satélites ofrecen una visión panorámica de la superficie terrestre, permitiendo monitorear extensiones amplias para evaluar la salud de los cultivos, la humedad del suelo y la detección temprana de afecciones. Por otro lado, los drones, al sobrevolar los cultivos, capturan imágenes más detalladas que revelan las condiciones específicas de cada parcela.
El Desafío en la Mayora
En La Mayora, enfrentamos el desafío de optimizar la gestión del riego y la detección de posibles deficiencias nutricionales y plagas. La implementación de un sistema combinado de drones y tecnología satelital nos permitió mapear de manera precisa el área, identificando zonas que requerían atención especializada.
Nuestra Solución
Nuestra solución consistió en implementar un sistema de seguimiento del cultivo mediante la realización de tres vuelos al año en la parcela, donde realizamos un seguimiento de los momentos clave de la campaña agrícola. Durante estos vuelos, se detectaron deficiencias nutricionales permitiendo al cliente realizarar los ajustes necesarios, incluida una dosificación variable a medida para optimizar el rendimiento de los cultivos.
Nuestra solución de basó en implementar un sistema de seguimiento del cultivo mediante la realización de tres vuelos drones programados al año que, al estar equipados con sensores avanzados y sensores multiespectrales de alta resolución, ofrecen vistas detalladas para detectar irregularidades y analizan la salud de las plantas a través de índices como el NDVI, revelando datos del terreno no visibles al ojo humano. Una vez obtenidos los datos y analizados posteriormente identificamos áreas de plagas, estrés hídrico y deficiencias nutricionales, permitiendo al cliente realizar los ajustes necesarios gracias al cálculo de índices hídricos y de vegetación. Además, este análisis se vio complementado con nuestra plataforma de monitorización, que ofrece información satelital cada cinco días, detallando aún más los resultados y optimizando el rendimiento de los cultivos.
Beneficios
- Reducción en el consumo de agua: La implementación de tecnologías avanzadas permitió la identificación precisa de zonas con superávit y déficit hídrico, lo cual condujo a una reducción del 15% en el consumo de agua. Esta optimización del recurso hídrico no solo ahorra agua, un recurso cada vez más escaso y valioso, sino que también reduce los costos asociados a su extracción y distribución.
- Incremento de la producción: Gracias a la intervención basada en datos precisos, se logró un incremento del 20% en la producción. Este beneficio directo es el resultado de una gestión más eficiente del riego y de las prácticas agrícolas ajustadas a las necesidades específicas del cultivo.
- Agricultura más inteligente: La exploración y adopción de tecnologías emergentes y métodos innovadores subrayan el compromiso con el avance hacia una agricultura más inteligente. Este enfoque no solo implica el uso eficiente de los recursos sino también la adaptación y respuesta a las condiciones cambiantes del clima y el mercado, garantizando así la viabilidad a largo plazo de las prácticas agrícolas.